He grabado un pódcast. Hemos.
Con Elena.
Elena es compañera de vida. Hemos trabajando juntas durante unos 6 años en un proyecto de intervención social en empleo. Y la verdad, hemos aprendido muchas cosas. De nosotras, del empleo, de la intervención social, de las organizaciones, de las personas, de la relación, de los equipos, de colectivizar, del vínculo con las personas con las que trabajamos… muchas cosas. Muchas.
Ahora mismo estamos en un momento de cambio. El proyecto ha finalizado y Elena deja la entidad en la que aún compartíamos mucho. Es triste, muy triste que se tenga que ir. Retener el talento es urgente.
Despedirse de una compañera de trabajo es muy duro, pero te puede pasar como a mí: justo en el tramo final, Elena ha organizado aproximadamente un millón de actividades en su proyecto personal: Panduru (que comparte con Ana, otra gran amiga) y entonces casi que no te da tiempo a echar de menos. Y menos mal.
Así que la energía común que tenemos se nota en este capítulo. Compartimos muchas sonrisas y miradas cómplices.
Se notará que Ana y Elena han creado un universo maravilloso y una comunidad que está como para quedarse a vivir en ella.
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